Πέμπτη 12 Απριλίου 2012

SEMANA SANTA



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IGLESIA UNA, SANTA, CATÓLICA
Y APOSTÓLICA ORTODOXA
 Sacro Arzobispado Ortodoxo Griego
Patriarcado Ecuménico de Constantinopla
Del 8 al 15 de abril de 2012

 ¿QUE ES LA IGLESIA ORTODOXA?
Usted quizás haya oído mencionar a la IGLESIA ORTODOXA. Pero ¿Qué es esta iglesia? Esta iglesia se remonta al año 33 d. C. cuando Nuestro Señor Jesús Cristo la fundó sobre sus doce apóstoles en Jerusalén. El día de Pentecostés, el Espíritu Santo descendió en forma de fuego sobre los que estaban reunidos en el Cenáculo, dándoles el valor para anunciar la Buena Nueva iniciándose así la Iglesia (Hech 2: 1-12) Desde Este núcleo original, se extendió por el mundo antiguo. Así, San Marcos fundó la Iglesia de Alejandría (Egipto). San Andrés, estableció la iglesia de Bizancio, más tarde llamada Constantinopla, hoy Estambul. La Iglesia de Jerusalén fue fundada por San Pedro y Santiago, siendo este ultimo su primer Obispo. La Iglesia de Antioquía fue establecida por San Pablo y Bernabé. La de Roma fue establecida por los cristianos venidos de Jerusalén y predicada por Pedro y Pablo. De estas Iglesias salieron misioneros que predicaron el Evangelio en otras partes del mundo y establecieron las Iglesias de Rusia, Yugoslavia, Rumania, Bulgaria, luego en Georgia, Grecia, Chipre, Albania, Polonia, Checoslovaquia, Sinaí, Finlandia, Japón, China, Hungría, Estados Unidos, Canadá, Centro y Sur América. Todas estas Iglesias son independientes en su administración, pero están en completa unión una con otra, a excepción de la de Roma que se separó de las otras en el año 1054, y desde entonces ha añadido nuevos dogmas.
En materia de fe, doctrina, tradición, liturgia y servicios, estas iglesias son exactamente iguales; no obstante el idioma diferente de cada una, ellas existen en comunión y juntas constituyen y se llaman IGLESIA ORTODOXA (ORTOS: lo correcto; DOXA: doctrina, culto).
¿DÓNDE SE HALLA CONTENIDA LA DOCTRINA ORTODOXA?
Las enseñanzas de Iglesia se fundamentan en tres fuentes que en realidad son una:
1. Las SAGRADAS ESCRITURAS que es la palabra de Dios revelada, constan de 73 libros. 46 en A. T. y 27 en el N. T.
2. La SANTA TRADICION son las verdades reveladas que no se encuentran en las Sagradas Escrituras y que se han transmitido oralmente de generación en generación. Como dice el Evangelio de San Juan: " Muchas otras cosas hizo Jesús, que si se escribiesen una por una, creo que este mundo no podría contener los libros" (Jn 21: 25).
3. Los SIETE MISTERIOS O SACRAMENTOS dados por el Señor y los Apóstoles como medios para llegar a la DEIFICACIÓN.
Así pues, la fe y la doctrina de la Iglesia Ortodoxa se encuentra en la Sagrada Escritura, los escritos de los Santos Padres Apostólicos, los Santos siete Concilios Ecuménicos (los que han sido aceptados por toda la Iglesia), símbolos, liturgias, costumbres, iconos y leyes de Iglesia. "Así pues, hermanos, manténganse firmes y guarden las tradiciones que recibieron, ya de palabra, ya por nuestra carta" (2Tes 2: 15).
¿EN QUE CREEMOS LOS ORTODOXOS?
Creemos en un solo Dios, Padre omnipotente, Creador del cielo y de  la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Y en un solo Señor,  Jesús Cristo, Unigénito Hijo de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero, engendrado no creado, de la misma esencia del Padre, por quien todo fue hecho. Quien por nosotros los hombres y por nuestra Salvación descendió de los cielos, y se encarnó del Espíritu Santo y de María la Virgen y se hizo hombre. Fue crucificado por nosotros bajo Poncio Pilatos, padeció y fue sepultado. Y resucito al tercer día, conforme a las Escrituras. Y ascendió a los cielos y está  sentado a la diestra del Padre. Y de nuevo vendrá, con gloria, para juzgar a los vivos    y a los muertos. Y su Reino no tendrá fin. Y en el Espíritu, el Santo, Señor, Vivificador,   el que procede del Padre, (Jn 15: 26, quien es el único origen de la trinidad; decir que el Espíritu Santo procede también del Hijo sería introducir dos orígenes en la Trinidad y romper la unidad de Dios) que junto con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado, que habló por medio de los profetas. Y en la Iglesia, una, Santa, Católica y Apostólica. Confieso un solo Bautismo, para la remisión de los pecados. Esperamos la resurrección de los muertos, y la vida en la era futura.
RECONOCEMOS SIETE MISTERIOS O SACRAMENTOS
El Bautismo y la Crismación son los medios para entrar en la Iglesia; sin morir al hombre viejo y revestirse del nuevo en el Bautismo no podemos heredar el Reino de Dios (Jn 3: 5; Hech 2: 38).En la Penitencia Cristo nos da a través del confesor el perdón de nuestros pecados (Jn 20: 23; St 5: 16)En la Comunión participamos del verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo para la remisión de los pecados y la vida Eterna. (Jn 6:54). En la Santa Unción el cristiano es ungido con Óleo Santo para que las dolencias de alma y cuerpo sean curadas (St 5: 14-15).En el misterio del Orden Sacerdotal, por la imposición de las manos de un Obispo la gracia Divina desciende sobre el ordenado y lo capacita para ser sacerdote y valido administrador de los misterios o sacramentos. La Iglesia Ortodoxa confiere las ordenes sagradas a hombres casados, sin imponer el celibato sacerdotal; el que un hombre tenga vocación al sacerdocio no quiere decir que necesariamente Dios le de vocación al celibato (1Tm 3: 1-13; 1Cor 7: 7-9; Tito 1, 5-9). En el Matrimonio la gracia Divina santifica la unión del hombre y la mujer (Ef. 5: 28-29). La Iglesia Ortodoxa admite en ciertos casos el divorcio y segundas nupcias, lo ideal es que el matrimonio dure hasta la muerte, pero los cónyuges son humanos y la Iglesia, aún cuando condena el divorcio, comprende que somos débiles e imperfectos y no se ciega a imponer la Ley. Los hijos son fruto del amor de los padres y no se deben evitar a no ser por una razón grave, la Iglesia Ortodoxa, madre y no tirana, deja que cada pareja haga la decisión después de consultar con su padre espiritual. En todo caso el método escogido por los padres nunca puede ser abortivo.

LA MADRE DE DIOS Y LOS SANTOS
Entre los santos el lugar principal es el de la Santísima, la Pura, Siempre Virgen María, conocida en oriente como la Theotokos (la que dio a luz a Dios), pues a través de ella Dios vino a nosotros (Lc 1: 26 ss; 2: 6-20). La Santa Iglesia Ortodoxa honra a los santos que han cumplido fielmente con la fe en Jesús Cristo y son ejemplo de virtudes para nosotros, también venera sus reliquias porque fueron templo del Espíritu Santo. De acuerdo al VII Concilio Ecuménico, II de Nicea, veneramos los iconos que es una visión transfigurada del Cuerpo glorioso de la humanidad celeste, no por si mismos, sino como representaciones de Cristo y los santos (si Dios tomo forma física se le puede representar físicamente). ¿POR QUÉ ES UNA, SANTA, CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ORTODOXA?
Es UNA porque Nuestro Señor fundó solo una Iglesia. Es SANTA por estar unida a su única cabeza, Jesús Cristo, y por la acción del Espíritu Santo. Es CATOLICA, porque en ella están los medios para la salvación. Es APOSTOLICA porque fue cimentada en los Apóstoles y mantiene sin cambios sus enseñanzas escritas y orales y es ORTODOXA porque cree y enseña lo correcto. Esta es  la Iglesia Ortodoxa fiel a su fundador y sigue transmitiendo hoy su mensaje al mundo, sin añadir ni quitar nada.
La vida de la Iglesia es un camino terapéutico,
Junto somos el amor de Dios actuando Resucitado, separados perecemos en la soledad…
No podemos decir menos cuando citamos a Juan Romanidis que nos define exquisitamente que es la Ortodoxia, nos dice: es “el tratamiento terapéutico que sana a la persona humana”, todo este plan de Dios está manifestado en el itinerario que nos presenta la via de la humanización, es el camino de santidad, es decir el crecimiento constante de todo ser humano para que se constituya en verdadera persona humana, a saber en “Imago Dei” (en Imagen de Dios”.
Esta hermosa realidad de la teología ortodoxa, que nos muestra como Dios le da una función divinizante al universo mismo: San Gregorio de Palamás “"Dios, que lo transciende todo, incomprensible, indecible, consiente en hacerse participable a nuestra inteligencia", Dios no se esconde en la oscuridad del egoísmo, es un ser comunitario que se participa,   y en esta participación da la posibilidad de que "El hombre es semejante a Dios, porque Dios es semejante al hombre", afirma Clemente de Alejandría. Dios esculpía el ser humano mientras miraba en su Sabiduría la humanidad celeste de Cristo. La humanidad está posibilitada a reunir todas las cosas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra -"misterio escondido en Dios antes de todos los Siglos".: del cualquier modo como se entienda la creación del hombre a imagen de Dios tenía como fin la Encarnación, puesto que implica el último grado de comunión entre Dios y el hombre. Hay que prestar atención a esta visión de los Padres: la deificación del hombre es una función de la humanización de Dios: "el hombre es el rostro humano de Dios", dice san Gregorio de Nisa, y por eso "el hombre destinado al goce de los bienes divinos ha tenido que recibir en su naturaleza misma un parentesco con aquello en que debía participar". Del mismo modo, san Macario dice: "entre Dios y el hombre existe el mayor parentesco". El Espíritu humano no se realiza si no es en el medio divino: "contemplar a Dios es la vida del alma".
Debemos de entender que el hombre tiene que vivir la tensión entre la humildad subjetiva y el hecho objetivo de ser co-liturgo, co-creador, co-poeta con Dios. Hay que reaprender las antinomias antaño tan familiares para los Padres de la Iglesia. El hombre dice: Yo soy imperfecto, y Dios le responde: Sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto, según el apóstol Pedro. El hombre dice: Soy polvo y nada, y Cristo le dice: Vosotros sois dioses, y sois mis amigos. Sois de la raza de Dios, afirma san Pablo, y san Juan: habéis recibido la unción del Santo y lo sabéis todo. "Yo llevo los estigmas de mis iniquidades, pero soy a imagen de tu gloria invencible", dice en una síntesis vigorosa el tropario del oficio fúnebre.
El hombre es creado y, sin embargo, no es creado sino nacido del agua y del Espíritu Santo; es terrestre y celeste, criatura y dios en proceso de realización. Un dios creado es una de las nociones más paradójicas, al igual que la persona creada y la libertad creada. La audacia de los Padres profundiza estas máximas y estos apotegmas a fin de no entristecer y de no apagar al Espíritu Santo.
El hombre no es un individuo solitario en cambio es comunidad, a imagen de Dios Uno y Trino. El misterio de la Encarnación es el misterio de la persona humana, el hombre que se hace a través  no sólo de sus actos más coherentes, si no ante todo que estos actos están siendo animados por la gracia. El hombre cuando vive en soledad perece pues pierde el sentido íntimo de ser realmente humano, pues lo humano responde a lo más profundo de la divinización.
Todos nosotros estamos llamados a ser verdaderos hijos de Dios, y para lograrlo debemos de aprender a administrar nuestra libertad, a ser verdaderos seres litúrgicos, en constante acción de gracias por todo, aprender a vivir en sociedad, pues somos seres comunitarios y a madurar con la experiencia toda la humanidad.
El verdadero hombre alcanza ser verdadera persona humana, entonces santifica todo cuando está a su alcance, de la misma forma que el verdadero santo humaniza todo lo que la gracia a tocado.
Nuestro Señor Jesús el Cristo es verdadero hombre y verdadero Dios.
No nos podemos dejar contagiar con los virus que matan la dignidad del hombre, los que nos roban el amor y la libertad, los que nos despojan de la dignidad.
Los que nos acorralan en la oscuridad y nos reprimen hasta reducir nuestra alma al temor y a lo individual. Los que nos enferman la mente con la religión y la práctica con la ideología, los mismos que piensan que la fe es solo razón lógica. Contra todo ello, juntos somos el amor de Dios actuando, separados perecemos en la soledad, juntos somos el amor de Dios Resucitado, porque Cristo verdaderamente ha Resucitado.
Archimandrita Silas

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